Descripción del producto
¿Por qué alguien arriesgaría su seguridad, cambiaría su agenda, debilitaría sus finanzas y se ensuciaría para ayudar a una persona de otra raza y clase social?
¿Y por qué Jesús nos dice: “Ve y haz lo mismo”?
El buen samaritano no ignoró al hombre golpeado en el camino a Jericó. Así como este hombre, nos damos cuenta de que hay gente necesitada a nuestro alrededor: la viuda vecina nuestra, la familia cercana que no tiene con qué pagar sus exámenes médicos, el indigente que duerme afuera de la iglesia. Dios nos llama a ayudarles en su necesidad: darles asilo, brindarles apoyo, proporcionarles cuidado médico o simplemente ofrecerles nuestra amistad.