Descripción del producto
Tal vez se sienta como aquel filósofo que dijo: «Mientras más conozco a los hombres, más quiero a mi perro». ¡La gente! La fuente de nuestras mayores alegrías y nuestros dolores más profundos. La pregunta definitiva de la vida consiste en comprender qué hacer con ella.
Y es la pregunta que más interesa a Jesús, por encima de todas las demás. La gente constituye su pasión, su preocupación constante y su mayor tesoro. No hay mejor manera de manifestar nuestro amor por Jesús, que interesarnos por aquello que más le interesa a Él. La pregunta final que le hizo a Pedro nos empuja hacia la realidad más profunda de nuestro caminar cristiano. La gente necesita quien la ame, atienda y rescate, y Jesús nos llama a nosotros para que seamos la respuesta.